martes, 29 de agosto de 2017

La esperanza en “tiempos líquidos” #5CIMF









Han pasado varios días desde que estuve compartiendo con  ustedes, compañeros de viaje, lindas experiencias; en mi memoria quedan gratos recuerdos, evoco las palabras, la calidez de todos, pero, por sobre todo viene a mí una palabra: ESPERANZA
De cada relato y de cada vivencia puede resaltarse cuán importante es la labor que cada Médico de Familia desempeña en su día a día, el valor de la Medicina de Familia y Comunidad, todos de acuerdo.
Con la adaptabilidad que nos caracteriza, con la conciencia de tener una de las disciplinas más complejas por desempeñar, nos abrimos paso a los interrogantes más comunes durante un congreso: vamos a comparar si estamos mejor o peor que los demás. Tal vez nos quede una desazón si encontramos que en cierto campo no hemos avanzado tanto, o nos emocionamos si vemos que hemos logrado sortear dificultades propias de cada lugar.
Buscamos fuera de nosotros pero siempre retornamos a nuestro nuevo comienzo; no estamos mejor o peor, estamos pasando por una etapa y una época diferente, con todas nuestras características socio-culturales, en nuestro contexto, al igual que nuestros pacientes, sus familias y comunidades. Y todo vuelve como una espiral infinita, a comenzar.
Cualquier política se puede caer, las personas, desfallecer. ¿Por qué están fracasando los sistemas sanitarios del mundo? ¿Son las personas, son los malos gobiernos, sus malas decisiones, inequitativas; son débiles los sistemas y sus estructuras que se han construido a través de los años sin bases sólidas, sin objetivos claros y sin tener en cuenta al individuo, su reconocimiento y su dignidad?
Experiencias como la de España y Brasil con recorte presupuestal y aniquilación de la Atención Primaria fuerte son evidencia que no estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo? Acaso algunos países latinoamericanos que nunca han ejercido la Atención Primaria y que tienen un concepto errado de la misma pensando en el modelo curativo-hospitalocéntrico deberían por lo menos poner su primera piedra? Ya es tiempo, el tiempo es inexorable.
Reconocernos en crisis nos hará más fuertes o nos llevará  a la extinción; que no sea “el fin de la era del compromiso mutuo”, que sigamos aportando nuestro granito de esperanza, con la sumatoria de acciones locales para, que con la fusión de voluntades podamos generar el cambio y la permanencia de, quizás, la más humana de las disciplinas.
Por ahora a seguir contagiando entusiasmo por la Medicina Familiar y Comunitaria, es hora y tiempo de ejercer el liderazgo que nuestra especialidad merece.


 Dra, Catalina Coral
Médico Familiar 

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